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La urna: 65

II
 
Odio era: no es. Que ya no existe
esta otra fiebre de la carne viva.
A tanto que me muere no resiste
este otro orgullo de violencia altiva.
 
Antes era mi ser todo tormenta,
todo contradicción, lucha, mentira;
tendía la mirada turbulenta
el arco de la ira.
 
Y en divergentes fuerzas me partía,
y hoy soy hogar de sólo una energía
suprema, que alimenta un gesto eterno:
 
un amor pensativo y doloroso.
Por él soy como un lago silencioso,
entre grandes montañas, en invierno...
Preferido o celebrado por...
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