La firme juventud del verso mío, como hoy te habla te hablará mañan… Pasa la bella edad, pero confío a la estrofa tu bella edad lejana. Y cuando la vejez tranquila y fría

Si yo nací para más alta empresa que arrojar el honor de mis deseos a los ligeros pies de una belleza, como se echaba el guante en los to… me avergüenza mirarme en este inst…

Antes, sin conocer la delicada felicidad de mi dolor, decía: ¡Dios quiera que se acerque pronto… que esté de olvido el alma traspas… Hoy, pensando en aquella fantasía,

II Majestuosos, sombríos, colosales, eucaliptos vibrantes en el viento, protegiendo en las tardes otoñales la humildad del camino ceniciento

Entro a mi casa fatigado bajo la ley del diario y mísero trabajo que seca la espontánea flor del po… de ensueño... ¡Y siempre así!...… a lo más puro y libre de mi ser,

Solitario y doliente en noche clar… y misteriosa, —tú también misterio… paseaste en la actitud de quien so… las alamedas junto al cementerio. ¡Romántico a la antigua! que la mo…

¿Qué es esto? Ayer no más árbol d… Y seco, abandonado, inmóvil, mudo. De nuevo al cielo azul joven te el… Pomposamente lleno de hojas nuevas… Y aquellas ramas rotas que tenías,

No el laborioso hierro que en el c… labra inmortalizada despedida grabará el nombre oculto que emanc… con vida oculta de postrera vida. Lápida sin leyenda me anticipo,

Cuando en la noche azul me quedo s… miro a mi lado para ver si estás..… La noche es dulce y triste y yo es… la noche es silenciosa y nada más. Entonces creo natural, ¡y tanto!

Será una tarde gris y suave como todas las otras tardes que se ven, con su poco de sombra, con su asom… de tristeza... ¿por quién? Y nada bello habrá de nuevo, nada:

¿Dónde está aquella audacia blanca… que imperativa, enérgica y audaz tiraba un guante al rostro de la M… y este nombre tenía: ¡Siempre Más… La que de pie, la mano en la cader…

Perdóneme el amor cuando comprenda… mi vivir cotidiano rectifique y una fácil razón fije y explique lo que razón de arte desenmienda. Pues a veces siguiendo la ondulant…

II Odio era: no es. Que ya no existe esta otra fiebre de la carne viva. A tanto que me muere no resiste este otro orgullo de violencia alt…

Si la muerte es final, total olvid… el alma, en ese sueño no sentido, nada es, pues no sabe que ha vivid… nada, pues de sí misma está vacía. O, acaso, sombra es de lo que ha s…

En la fosca y solemne cumbre crece el leucerón; la nieve es su susten… y en el hospitalario valle el vien… las campanitas del muguete mece. La flor que en el radioso encumbra…