Te prometo que tendre en cuenta las promesas que nos prometimos, cuando nos conocimos siendo unos niños afligidos queriendo ser queridos. Sin darnos cuenta que nosotros mismos, lastimamos ese amor . Que nos teníamos por la ignorancia de no saber amarnos a nosotros mismos. Luchar, enfrentar, aceptar en vez de negar lo que realmente hay detrás de ese disfraz. Que cada persona escoge para ignorar y no salvar a ese niño que solo pide paz. Para poder sanar los traumas y heridas que por la familia siguen sin sanar. Sin ponder olvidar los errores que nuestro pasado an de marcar. No hay que juzgar pero no le vendría mal un consejero que los pudiera enseñar a juzgar los defectos que en ese momento no sabes como cambiar.