#1960 #ElHacedor #EscritoresArgentinos
De las generaciones de las rosas que en el fondo del tiempo se han… quiero que una se salve del olvido… una sin marca o signo entre las co… que fueron. El destino me depara
Debo prevenir al lector que las páginas que traslado se buscarán en vano en el Libellus (1615) de Adán de Bremen, que, según se sabe, nació y murió en el siglo once. Lappenberg las hall...
En el alba dudosa tuve un sueño. Sé que en el sueño había muchas pu… Lo demás lo he perdido. La vigili… ha dejado caer esta mañana esa fábula íntima, que ahora
Yo dormía en la cumbre y era hermo… Mi cuerpo, que los años han gastad… Alto en la noche helénica, el cent… Demoraba su cuádruple carrera Para atisbar mi sueño. Me placía
Han cambiado las formas de mi sueñ… ahora son laterales casas rojas y el delicado bronce de las hojas y el casto invierno y el piadoso l… Como en el día séptimo, la tierra
La idea de que uno va a desaparece…
En el decurso de mis muchas, de mis demasiadas conferencias, he observado que se prefiere lo personal a lo general, lo concreto a lo abstracto. Por consiguiente, empezaré refiriéndome a...
Soy el que sabe que no es menos va… que el vano observador que en el e… de silencio y cristal sigue el ref… o el cuerpo (da lo mismo) del herm… Soy, tácitos amigos, el que sabe
La memoria del tiempo está llena de espadas y de naves y de polvo de imperios y de rumor de hexámetros y de altos caballos de guerra
El poniente impecable en esplendor… quebró a filo de espada las distan… Suave como un sauzal está la noche… Rojos chisporrotean los remolinos de las bruscas hogue…
El alivio que habrá sentido César… El alivio que habrá sentido Carlo… El alivio que tú y yo sentiremos e…
Si las amplias catástrofes militares que vaticina Aldous Leonard Huxley no derogan el hábito o la tarea de escribir libros, los hombres del cercano porvenir escribirán, sin duda, la hi...
Los ponientes y las generaciones. Los días y ninguno fue el primero. La frescura del agua en la gargant… de Adán. El ordenado Paraíso. El ojo descifrando la tiniebla.
Bien cumplidos los setenta años que aconseja el Espíritu, un escritor, por torpe que sea, ya sabe ciertas cosas. La primera, sus límites. Sabe con razonable esperanza lo que puede inten...
Antes que suene el presuroso timbr… y abran la puerta y entres, oh esp… por la ansiedad, el universo tiene que haber ejecutado una infinita serie de actos concretos. Nadie pu…