#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX
Alta la voz y animosa como si cantara flor, hoy, caballeros, le canto a la gente de color. Marfil negro los llamaban
El claro azar o las secretas leyes que rigen este sueño, mi destino, quieren, oh necesaria y dulce patr… que no sin gloria y sin oprobio ab… ciento cincuenta laboriosos años
En la página 242 de la Historia de la Guerrra Europea de Lidell Hart, se lee que una ofensiva de trece divisiones británicas (apoyadas por mil cuatrocientas piezas de artillería) contra...
Entra la luz y asciendo torpemente de los sueños al sueño compartido y las cosas recobran su debido y esperado lugar y en el presente converge abrumador y vasto el vago
Si te cubriste, por deliberada man… si tu voluntad fue rehusar todas l… es inútil que palabras rechazadas… predestinadas a imposibilidad y a… Sólo nos queda entonces
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la...
La imagen de las tierras de Arizona, antes que ninguna otra imagen: la imagen de las tierras de Arizona y de Nuevo México, tierras con un ilustre fundamento de oro y de plata, tierras v...
¿Dónde estará la rosa que en tu ma… prodiga, sin saberlo, íntimos done… No en el color, porque la flor es… ni en la dulce fragancia inagotabl… ni en el peso de un pétalo. Esas c…
En el bronce de Homero resplandec… negro vino que alegras el corazón… Siglos de siglos hace que vas de m… desde el ritón del griego al cuern… En la aurora ya estabas. A las ge…
A un compadrito le canto que era el patrón y el ornato de las casas menos santas del barrio de Triunvirato. Atildado en el vestir
La frase «un novelista alemán» es casi una contradicción, ya que Alemania, tan rica en organizadores de la metafísica, en poetas líricos, en eruditos, en profetas y en traductores, es n...
El panteísta irlandés Escoto Erígena dijo que la Sagrada Escritura encierra un número infinito de sentidos y la comparó con el plumaje tornasolado del pavo real. Siglos después un cabal...
¿Dónde estará mi vida, la que pudo haber sido y no fue, la venturosa o la de triste horror, esa otra co… que pudo ser la espada o el escudo y que no fue? ¿Dónde estará el per…
Tarde que socavó nuestro adiós. Tarde acerada y deleitosa y monstr… Tarde cuando vivieron nuestros lab… El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil.
La larga postración lo ha acostumb… a anticipar la muerte. Le daría miedo salir al clamoroso día y andar entre los hombres. Derriba… Enrique Heine piensa en aquel río…