POR LA VITREA VENTANA
POR LA VÍTREA VENTANA
De un gallo triste,
el canto lejano,
abre las puertas a viejos recuerdos
que estaban dormidos
en la infancia dorada,
en catalépticos sueños.
El canto se cuela
por la vítrea ventana
sobornando tupidas cortinas,
que infieles al buen artesano,
permiten la entrada
del nostálgico llanto.
Ese canto me turba
y me alegra a la vez:
me entristece el recuerdo
de los seres ya muertos
que a mi lado estuvieron
aromando mi vida,
mas me alegra también
constatar que he seguido
abrevando
de los años ya idos
el néctar nutricio
que alienta mi ser.
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