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NADA ES COMO ENTONCES

NADA ES COMO ENTONCES
 
 
Sin tus ojos
sobre mí, nada encuentro como entonces
porque todo pareciera
que se quiere diluir
en un aire que respira
ausencia
y nada más que ausencia.
 
Cada cosa está en su sitio
sin que yo la reconozca
porque tú no estás aquí.
Hoy ya todo gris parece
sin el aire
de tus ojos,
aquel que borraba
penas
y daba un sabor culpable
a mis continuos olvidos.
 
Las sábanas de la cama
cosa curiosa,
parecen,
que hubieran sido arrugadas
con el peso de tu piel
tan sedosa y trasparente.
Tu aroma fresco se huele
cuando recorro la alcoba,
pero es solo mi cerebro
el que se apega
a tu sombra
que sigue como alma
en pena
en lo profundo de mí.
 
Pero es esta sensación
tan real
y tan presente,
la que me hace presentir
que aún estás
aquí conmigo
pero no, no puede ser,
porque ya ese vaho fresco
que en el espejo dejabas
cuando mojabas tus carnes
ya no está más conmigo.
 
Y ese olor
a yerbabuena
que despedían tus muslos
solo persiste en mi mente
sin quererme abandonar.
como si así
tu presencia
jamás quisiera marcharse.
Es raro,
pero es así.
Preferido o celebrado por...
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