Cargando...

Frío

Este frío me transporta a todo,
Es mi cárcel para frustrarme al
vaivén de tus promesas amargas,
Las cuáles al final, sólo fueron devoradas
Por el ocaso.
Ese ocaso que se encargó de devorar en llamas nuestra atmósfera,
Nuestra esencia no palpitó más,
Y a través de suspiros,
Te hablaba,
En mis plegarias,
Nuestras energías se hacían una
Nuestros cuerpos  hacían lo desconocido,
Lo desconocido y al más allá,
Y ahora hagámonos daño,
Lo sublime es algo que está en el desequilibrio
De tú ausencia,
De tu locura
La tuya,
La mía,
¿Vamos a la misma orilla de los cantares de nuestros ocasos anaranjados?
Sígueme,
Para que mi centro,
Mi eje
Puedan engañarse,
Para reír.

Otras obras de Camila Pérez...



Top