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Baño en cueros

Haberlo vivamente deseado y verlas
pisar el agua que la luna enturbia
y estarlas a mirar; los cuerpos blancos
romper la sombra del metal luciente
—desnudo universal, desnudo hasta la muerte—
y quedarse indeciso, en pie, en lo oscuro,
como un viejo marino sospechando un tiempo
súbitamente aventuroso, y, luego,
olvidando los restos de la cena triste
con guitarra y golletes salivosos,
entrar a carga de animal entero
llamado por el agua o por los cuerpos.
 
Corre hasta el filo castrador del frío,
agua como de espadas.
                                           Las estatuas
se ablandan entre risas, en la espuma.
Preferido o celebrado por...
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