Aún el sol ocupa los espacios de esta casa habitada por ausencias. Me resisto a las pretensiones de la noche, al robo de los rostros y las caricias. Evoco las galas de los primeros dese...
...y te vas directo a mi pelvis cuando todo lo que quiero de ti es… cualquiera sabe llegar a mi pelvis mi pelvis está en Google Maps pero mis brazos...
Puede ser que mañana la vela siga encendida el paso de las horas el paso de lo… no habrá apagado su lumbre
Con el sol detrás de tus espaldas, me descubro llegando a las costas. Me descubro carne pálida ansiosa d… me desnudo y me expongo. Quémame.
Nos olvidamos de lo que no vemos. Del piojo feliz en la cabeza de nuestros Estuardos, de las violetas que florecen en sus cuerpos por las caricias brutales de sus verdugos. Y volvemos a...
A un amante que no huele a nada se le recuerda por la invención de… corcho húmedo su pecho boca arriba entre olas y espumas de sábanas ma… sauce llorón sus ramas de pelos
Yo era un cíclope de cristal tú lo sabías mi corazón flameaba poco pero su llama era auténtica tú lo sabías
Es lo que soy cuando amo, un despojo de pieles y de ropas delante de otro despojo de ropas y… Cubrimos nuestras primeras vergüen… y volvemos al mundo revestidos de…
Todos somos gatos volvemos a la noche del alféizar a la calle La lengua purifica la mugre de tantas vidas.
El poema se lee y se olvida o se recuerda depende leer un poema es abrirse la piel
Soy la sombra de la nada soy el polvo que surge del polvo y aún así o a causa de ello necesito una oración
A los cuarenta y cuatro, para lo único que eres joven, es l… Solo cuando entiendes el miedo a l… puedes escribir el poema. La noche, esa pequeña muerte de to…
La noche tiene luceros artificiale… en mi cuarto una regla de enchufes… la noche tiene manías es posible una mirada sorda aquell… buscando en el otro palabras que n…
El cardiólogo insiste en que el corazón no duele. El hígado no duele. Nada duele. ¿Y el cerebro? El cerebro es la oficina postal del cuerpo. Envía mensajes de melancolía a nuestros cora...
Te vas pájaro ausente de esta bilis insana de este capricho imperfecto apenas estuviste