Cargando...

A mi espejismo

Soy tu sombra
Peregrino solitario de mis noches en vela.

Me dirijo a ti, aunque no seas el mismo
Que lleva habitando décadas en estas cuatro paredes,
Ese que sigue atormentando este encierro
Ese que habita en las mismas hojas del viejo cuaderno.
Tú, que has tenido demasiados nombres
Tu pelo, que ha sido negro, castaño, largo, corto,  rizado y liso.
Tus ojos que han sido de tantos tonos,
tus labios que han sido gruesos y delgados, pero siempre esquivos.
Tú, que siempre te escapas como agua entre mis dedos.
Tú, mi quimera. Tú, mi utopía
Tú, que cabalgas en unicornios sombríos
A través de bosques negros llenos de hadas con alas rotas.
Tú, que eres y no fuiste
Que has sido y no serás
Tú, el que ronda mis silencios
Tú, espejismo que muta, pero no se marcha.
Ese que eres tú, que lo has sido todo,
Y a la vez, no has sido nada.
¿Hasta cuándo vas a estar entre mis sienes?
¿Por cuántos años más tendré que idealizarte?
¿ Cuándo dejarás de ser mi cruel anhelo?
Tú, que has sido todo
Y a la vez, no has sido nada.

Otras obras de Carolina Montero Mendoza...



Top