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Conversaciones de animitas

Se acerca la nube
La saludo y le digo que no la esperaba tan temprano
Pero le miento
Porque siempre la espero
Siempre la huelo
La lloro
La observo
La acoso entre paredes de cemento
Le sigo el hilo rojo que le deje colgando entre sus caderas
Le sigo la pista para no perderla
Porque no hay vida sin ella
Me quedo esperándola en la misma plaza sucia con olor a ascos
La espero día y noche, noche y día, alba serena y tormenta furiosa
Ahí me quedo con mis manos frías y azules
Comiendo lo que no se comen las palomas y bebiendo lo que no beben los borrachos
Me tapo con mis historias más lindas
Melancolía hecha diario
Escribo canciones en mi mente y en el papel escribo penas
Me lavo los dientes mirándome en el reflejo de un charco café
Converso con las animitas y les pregunto si es que hace mucho frio allá en el otro lado
Que algún día tendrán que hacerme un tour
Invitarme a un café, luego de habernos contado tanto
La espero
Como Alfonsina al mar, como mi madre al cuchillo
La espero
Como una jubilación bien merecida con un cuerpo que no sabe ya merecer
La espero
Como una amante a su muerto de guerra o como un músico de micro a su aplauso vacío
Y llega
Vaporosa
Lenta
Gris
Elegante
Triste
Me acurruca, y su abrazo es más grande que mis melancolías y que mis diarios
Su abrazo es lo único que conozco realmente
Más que a ti, que crees conocerme
Más que a mí, que tengo claro que no me conozco
Oh nube, que bueno que llegaste, no te esperaba tan temprano
Preferido o celebrado por...
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