Cargando...

Sueños 3en1

He soñado con profundo amor
Con caminatas perdidas un poco subacuáticas que me llevan a la cima de una loma, en mi viejo barrio en Estados Unidos.
Al fondo de mi horizonte una piedra majestuosa, más grande que todos los edificios, que cambia de forma a medida que me muevo.
Me emociona hasta las lágrimas su tamaño y su fuerza.
El atardecer rojo, rosa, naranja la maquilla para verse como una joya.
Siento que me habla, del tiempo, de mi paciencia, de la espera.
Su eternidad, su trascendencia y sabiduría me descolocan, me empequeñecen y me hacen una con el suelo, soy parte de su musgo, de sus hormigas y convivo con el todo.
Soñé con un hombre mayor, poco mayor, que me enamoraba en las calles de Italia, que me daba la mano y me invitaba a caminar de día y de noche.
Recuerdo el saber en mi cuerpo que esto era pasajero, que era la adrenalina de relacionarme con un hombre otra vez.
Cuando me encuentro con mis amigas, el hombre era anciano, arrugado y muy irrespetuoso con mi espacio, buscaba tocarme, besarme, tenía dinero, poder, contactos y un discurso prefabricado, y yo me había jurado estar enamorada, así que a medias lo permitía.
Soñe que tenía que entender el amor, como un juego de sudoku, encontrarlo entendiendo los caminos, las señales y las pistas.
Yo misma era mi sensei, mas vieja, mas madura, y húmeda, como si proviniera de un río.
Soñé que la energía a mi alrededor era amarilla, iluminando los rincones.
Era tanto que mi cuerpo y mente humana temían una explosión o implosión de mi misma, pero todo avanzaba acorde a la vida, y yo debía seguir aprendiendo, entre contraseñas y acertijos.

Otras obras de Catalina Naveas...



Top