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Nightmare

A ver si te espanta el sueño que ayer tuve:
eras una esclava que un comerciante te ofrecía,
morosamente se explayaba en lo moceril de tus años,
y besaba tus labios, y palpaba tus nalgas,
(el tipo era gordo y grasiento como un tonel),
y desplazaba viscoso su mano por tu espalda,
y jocoso y truchimán y ufanoso decía, decía el muy cabrón,
que acaricias y gozas al ser acariciada,
que palpas cuando eres palpada,
que amas con la lengua si la lengua te ama.
 
Desperté desvelado y saqué todos los sextercios del banco.
Nunca el amor debe ser el lugar del excremento.

Moriré pronto, un día oscuro de aguacero e íntimos halcones.
No te duelas, Christian, por ese alejarse de los pájaros frutales. Oh noble delicia de acabar serenamente,
y la más noble, con la voz de Marta resonando en mi sepultura. Y acostado la eternidad con ella.

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