Clara Lair

Nocturnos de Nueva York – II

¡Cuántas veces la luna enternecida
me anunció tu llegada levemente!
Silbaban los coquíes tu bienvenida,
Y aplaudían las olas elocuentes...
¡Cuántas veces las palmas de la orilla
dieron sus ramas para tu homenaje...
y el lucero mayor, el que más brilla,
apuntaló la ruta de tu viaje!
Nunca llegaste... Sola en mí, cautiva
de la palmas, el mar y los luceros...
Nunca aprontó, retando los veleros,
el barco en que llegabas, y me iba.
Vous avez aimé cette lecture ? Offrez-nous un café !.
Votre aide nous permet d'exister.
Autres oeuvres par Clara Lair...



Haut