#EscritoresEspañoles
Se mire donde se mire, nada se ve por la tierra, que la luz ya no es la luz, que es sombra negra y sin tregua y por todos los caminos
Eran verdes como un mar, con reflejos de alto cielo. —¡Qué bien sabían mirar!— unos ojos que recuerdo. En la penumbra lucían
Me levanté hasta el sueño. En bus… de no sentir la herida que abrasab… Las duras flechas del dolor hicier… brotar en mí el clavel de nueva ll… Corriendo al par carrera con el vi…
Se desprendió mi sangre para forma… Se repartió mi alma para formar tu… Y fueron nueve lunas y fue toda un… de días sin reposo y noches desvel… Y fue en la hora de verte que te p…
Sobre la blanca almohada, más allá del deseo, sobre la blanca noche, sobre el blanco silencio, sobre nosotros mismos,
¿De qué trigal malherido te fueron a levantar, mi pobre ángel caído? ¿Acaso era tu destino ir tan lejos a acabarte
Agua pura corría por el piano. Dulcemente salía del cauce de sus manos. La nostalgia dormía.
De este sueño malva y rosa que sueña el agua del río, se van rosando en la tarde las velas de mi navío. De las lejanías vengo.
Me gusta andar de noche las ciudad… cuando los propios pasos se oyen e… Sentirse andar, a solas, por entre… es sentir que se pasa por entre un… Todo cobra relieve: una ventana ab…
Alameda: guarda bien mis siete años primeros. Y los siete posteriores.
¡Cómo galopa la sangre! ¡Qué difícil detenerla para que nos vaya al paso cuando vive con tal fuerza! Le he puesto duros bocados;
Ni me entiendo ni me entienden; ni me sirve alma ni sangre; lo que veo con mis ojos no lo quiero para nadie. Todo es extraño a mí misma,
Vine con el deseo de querer a las… y me han ido secando mi raíz gener… Entre turbias lagunas bogar veo a… Deja estelas de fango, al pasar, c… Y hablo así, yo que he sido venced…
No quiero la pipa curva, ni tu pañuelo bordado, ni las rosas –los domingos– ni el cestillo con pescado. Y, marcharé de este puerto
Si turbia la razón y roto el sueño paso a ser una sombra entre mortal… quede de mí la luz que ahora me gu… antes de ser mi sombra larga noche… Quede de mí la angustia y el anhel…