#Españoles #Generación27 #Mujeres
Uno de esos instantes que se vive no se sabe en qué mundo, ni en qué… que no se siente el alma y que ape… se siente el existir de nuestro cu… mi corazón oyó que lo llamaban
Ancho es el mar; él ha de separamo… quedarán nuestras almas enlazadas. Como un último retrato, en nuestro… impresas lucirán nuestras miradas. El barco en que he de ir está en e…
Se mire donde se mire, nada se ve por la tierra, que la luz ya no es la luz, que es sombra negra y sin tregua y por todos los caminos
Deslizándome en el agua hasta la Isla he venido. He vagado entre sus brisas. Y por su costa he corrido. Del mar salí llena de algas,
Sobre la blanca almohada, más allá del deseo, sobre la blanca noche, sobre el blanco silencio, sobre nosotros mismos,
De este sueño malva y rosa que sueña el agua del río, se van rosando en la tarde las velas de mi navío. De las lejanías vengo.
Ni me entiendo ni me entienden; ni me sirve alma ni sangre; lo que veo con mis ojos no lo quiero para nadie. Todo es extraño a mí misma,
Fantasmas de hielo y sombra animados y sin alma me cercan por todas partes adondequiera que vaya. Me cercan y me persiguen,
Me levanté hasta el sueño. En bus… de no sentir la herida que abrasab… Las duras flechas del dolor hicier… brotar en mí el clavel de nueva ll… Corriendo al par carrera con el vi…
¿De qué trigal malherido te fueron a levantar, mi pobre ángel caído? ¿Acaso era tu destino ir tan lejos a acabarte
¡Cómo galopa la sangre! ¡Qué difícil detenerla para que nos vaya al paso cuando vive con tal fuerza! Le he puesto duros bocados;
Automóvil Una cantata de bocina. Gusano de luz por la calle sombría… Los ojos relucientes bajo la noche… Reptil de la ciudad que raudo se d…
Los brazos que te han llevado, no te dejan escapar para volver a mi lado. Nos separa un ancho mar de difíciles tormentas,
Vine con el deseo de querer a las… y me han ido secando mi raíz gener… Entre turbias lagunas bogar veo a… Deja estelas de fango, al pasar, c… Y hablo así, yo que he sido venced…
Ven a mí que vas herido que en este lecho de sueños podrás descansar conmigo. Ven, que ya es la media noche y no hay reloj del olvido