Los estios perdidos
Ah! Los días de antaño
Cuando creía en el amor de estío.
Cuando las rosas eran poesía
Y sus miradas besos en mi piel dorada
Estíos de otro tiempo,
de abrazos en la cálida arena,
llenos de sueños vírgenes prometidos,
en la noche estrellada,
espuma de plata junto a tus pies y los míos,
Camino de estío,
Tu mano en la mía, y yo abrazada a ti,
La vida era un eterno estío de almas desnudadas,
Nada ocultaban tus cielos de azul límpido teñidos.
Ah! Los días de antaño,
Cuando el amor era estío,
Callado de silencios, los tuyos y los míos.
Era todo amor, era todo sentidos
Despiertos, entrelazados,
Éramos tu y yo,
En la noche perdidos…
Este estío de hoy es pesado y duro,
Golpea las sienes, me recuerda el vacío,
de los que se fueron, de aquellos que rompieron
los sueños y promesas de otros estíos muertos…
Pasa pronto mi estío
de esta mi edad madura,
trae contigo el otoño,
que se lleve mis penas,
que alivie y refresque, con sus lluvias cadentes,
todo aquello que quemaste, que murió en el estío,
de otros tiempos viejos.
El invierno asome y abrigue,
mi alma laboriosa, para no recordar
viejos estíos muertos.
A mi amiga Mila