Cargando...

HAY QUIEN VENCE AL DOLOR

Cómo me duele ese dolor ajeno
al no poder parar sus consecuencias,
viendo el daño con todas sus dolencias
que les mete en el alma su veneno.
 
Me falta vocación de nazareno,
pues tengo de valor muchas carencias
y aunque fuesen tan sólo menudencias
no estoy tranquilo hasta ponerlas freno.
 
Admiro de las gentes el valor
con que afrontan lo duro de sus males,
algunos ya linderos con la muerte,
 
y con ahínco vencen su dolor,
como he visto en algunos hospitales,
donde vivirlo me ha tocado en suerte.

Otras obras de Cristino Vidal Benavente...



Top