¿POR QUÉ TE FUISTE, AMOR?
¿Por qué te fuiste, amor, de nuestro nido
si en él eras la reina y consentida?
¿Acaso consecuencia de tu huida
fuera que me encontrabas aburrido?
Nunca fui partidario de hacer ruido
ni alharacas por fórmula de vida,
pues ese proceder pronto se olvida
y se va hacia el lugar del que ha venido.
Te he dado todo cuanto me has pedido,
haciéndolo con gusto y enseguida,
pues siempre me mantuve prevenido
para hacerte sentir que bien servida
te vieses y yo estuve agradecido,
por hacerlo a persona tan querida.
Si te encuentras dolida,
nunca podrás decir que por mí ha sido
y mira a ver si fuese donde has ido.
(201)
