#Españoles #Generación27 #PremioCervantes #SigloXX (1944) Noticia Oscura
La puerta, franca. Vino queda y suave. Ni materia ni espíritu. Traía una ligera inclinación de nave y una luz matinal de claro día.
No sé. Sólo me llega, en el vener… de tus ojos, la lóbrega noticia de Dios; sólo en tus labios, la ca… de un mundo en mies, de un celesti… ¿Eres limpio cristal, o ventisquer…
Mi portento inmediato, mi frenética pasión de cada día, mi flor, mi ángel de cada instante… aun como el pan caliente con olor… aun sumergido en las aguas de Dios…
Quince almendros en flor, tus quin… ¡Qué blancura el paisaje de tu alm… Blanca como la nieve, cual la hoja de papel en que escribo: toda blan… Todo es blanco: año nuevo y álbum…
¡Primavera feroz! Va mi ternura por las más hondas venas derramada… fresco hontanar, y furia desvelada… que a extenuante pasmo se apresura… ¡Oh qué acezar, qué hervir, oh, qu…
Pozo de alto bullir –escalofríos y hervores de tus fuentes azuladas… que, en pulular de estrellas enjam… riegas a Dios sus lóbregos baldíos… Aún hay más noche en los veneros m…
Por las praderas hondas, avizor y azoradas —oh ciervas en huída— las ideas se escapan con tan ligeros pies,
Qué maravilla, libertad. Soy dueñ… de mi albedrío. Me forjo (y forjo)… Yo me esculpo, hombre libre. Pero… hablo, callo, me río, pongo ceño, yo, Dámaso, cual Dámaso. Pequeño
Lucía es rubia y pálida. Sus quie… pupilas de princesa vagamente miran hacia el ocaso, y en su fren… se muere una ilusión. Las violetas de sus grandes ojeras melancólicas
No me digas que estás llena de arrugas, que es… que se te han caído los dientes, que ya no puedes con tus pobres re… deformados por el veneno del reuma…
¿De qué sima te yergues, sombra ne… ¿Qué buscas? Los oteros, como lagartos verdes, se asoman a… que se hunden entre nieblas en la…
Ah, yo quiero vivir dentro del orden general de tu mundo. Necesito vivir entre los hombres. Veo un árbol: sus brazos ya en ang…
Haz lo que tengas gana, Cristobalillo, lo que te dé la gana, que es lo sencillo. Llegaste a un mundo donde
¿Qué me quiere tu mano? ¿Qué deseas de mí, dime, árbol mío… ...Te impulsaba la brisa: pero el… era tuyo, era tuyo. Como el niño, cuajado de ternura
Hiéreme. Sienta mi carne tu caricia destructora. Desde la entraña se eleva mi grito… y no me respondías. Soledad absoluta. Solo. Solo.