La Violinista del Valle
Y entonces ahí la vi
En una noche fría en el valle
Calentada por las notas musicales
Que de su instrumento brotaban
Saltaban como chispas candentes las notas
Como de una fogata ardiente imaginaria.
Sus manos suaves y hábiles danzaban
Sobre un escenario limpio de cuerdas afinadas, templadas, dulces y bien tesadas
Su brazo con pasión el arco en vaivén movía
Como se mece la cuna del niño
Que no encuentra en el sueño la calma.
El oro de su pelo, a la luz de escenario
Como el cielo al amanecer brillaba
Mezclando entre sueños, azul, fuego y plata
Y su sonrisa coronaba la aurora
En calidez alborozando mi alma.
Avancé atravesando la multitud
Solo con la intención de tener de cerca una mirada
Ahí estaba hermosa de talento encantada
Su voz tibia y endulzada
Parecía que del ruiseñor hubiera sido tomada
Sentí como mi corazón por el sortilegio
Adormecido en la pena se alegraba.
Ha pasado el tiempo de esa noche
De robles, nogales y sauces enarbolada
Y aun resuenan en mi mente
El candor de su voz, su violín y su magia
Caminando voy por los teatros, escenarios y plazas
Cada noche buscando a la violinista del valle
Para esta vez sin temor entretejer con ella una mirada.
Daniel Lopez Diaz
Cochabamba 19/06/2016
Caminando en la ciudad del valle, increíbles cosas se descubren en esta ciudad de luces
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