Cargando...

Poema

Este corazón seco, incapaz de otro amor, agotado y solo,
este corazón de precisa prepotencia,
este corazón que ya no llega a la mirada,
este corazón cancelado y cambiado por una especie de helada ternura,
planeó mis iras, proyectó cada aspecto de mis entusiasmos.
Queda el rescoldo de viejas complicidades y el placer de la tarde solitaria
mientras la lluvia se repite:
es cómica la futilidad de toda agonía;
estamos solos.
Este corazón sin sed, este ciego corazón no distingue ya entre el paraíso y el desierto.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Darío Jaramillo Agudelo...



Top