#Modernismo #Nicaragüenses #SigloXIX #SigloXX #PoemasDeJuventud (1881-1885)
El mundo es un papanatas; el Demonio ya chochea: en tanto que la otra vive siempre joven, siempre fresca; con las uñas preparadas,
Mía: así te llamas. ¿Qué más armonía? Mía: luz del día; mía: rosas, llamas. ¡Qué aroma derramas
Van los insectos primorosos, que son la gracia y la alegría, olando al sol colaginoso como un tropel de pedrería. Pasan las líricas abejas
Hay un verde laurel. En sus ramas un enjambre de pájaros duerme en mudo reposo, sin que el beso del sol los despie… Hay un verde laurel. En sus ramas
Mes de rosas. Van mis rimas en ronda, a la vasta selva, a recoger miel y aromas en las flores entreabiertas. Amada, ven. El gran bosque
Yo vi un ave que süave sus cantares entonó y voló...
¡Pradera, feliz día! Del regio Bu… Quedaron allá lejos el fuego y el… Hoy en tu verde triunfo tendrán mi… Respiraré tu aliento, me bañaré en… Muy buenos días, huerto. Saludo l…
La tigre de Bengala, Con su lustrosa piel manchada a tr… Está alegre y gentil, está de gala… Salta de los repechos De un ribazo, al tupido
En su país de hierro vive el gran… Bello como un patriarca, sereno y… Tiene en la arruga olímpica de su… Algo que impera y vence con noble… Su alma del infinito parece espejo…
Libre la frente que el casco rehús… casi desnuda en la gloria del día, alza su tirso de rosas la musa bajo el gran sol de la eterna Harm… Es Floreal, eres tú, Primavera,
Saluda al sol, araña, no seas renc… Da tus gracias a Dios, oh, sapo,… El peludo cangrejo tiene espinas d… y los moluscos reminiscencias de m… Saber ser lo que sois, enigmas sie…
Puede ajustarse al pecho coraza fé… Puede regir la lanza, la rienda de… Sus músculos de atleta soportan la… Pero él busca en las bocas rosadas… Artista, hijo de Capua, que adora…
Bota, bota, bella niña, ese precioso collar en que brillan los diamantes como el líquido cristal de las perlas del rocío
Éste del cabello cano, como la piel del armiño, juntó su candor de niño con su experiencia de anciano; cuando se tiene en la mano
Joven, acérquese acá, ¿Estima usted su pellejo? Pues escúcheme un consejo, que me lo agradecerá: Arroje esa timidez