#EscritoresNicaraguenses #Modernismo
¿Cómo decía usted, amigo mío? ¿Qué el amor es un río? No es ext… Es ciertamente un río que, uniéndose al confluente del d… va a perderse en el mar del deseng…
Libre la frente que el casco rehús… casi desnuda en la gloria del día, alza su tirso de rosas la musa bajo el gran sol de la eterna Harm… Es Floreal, eres tú, Primavera,
En la tranquila noche, mis nostalg… En busca de quietud, bajé al fresc… En el oscuro cielo, Venus bella t… como incrustado en ébano un dorado… A mi alma enamorada, una reina ori…
Del país del sueño, tinieblas, bri… donde crecen plantas, flores extra… entre los escombros de los castill… junto a las laderas de las montaña… donde los pastores en sus cabañas
Argentina, el día que te vistes de gala, en que brillan tus calles y no hay aspectos ni almas tristes en alturas, pampas y valles; el día en que desde tus fuertes,
¡Carne, celeste carne de la mujer!… —dijo Hugo—, ambrosía más bien, ¡o… la vida se soporta, tan doliente y tan corta, solamente por eso:
Silencio de la noche, doloroso sil… nocturno… ¿Por qué el alma tiembla… Oigo el zumbido de mi sangre, dentro de mi cráneo pasa una suave… ¡Insomnio! No poder dormir y, sin…
¿Cuentos quieres, niña bella? Tengo mucho que contar: de una sirena del mar, de un ruiseñor y una estrella, de una cándida doncella
Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana… en cuya noche un ruiseñor había que era alondra de luz por la maña… El dueño fui de mi jardín de sueño…
¡Divina Psiquis, dulce mariposa i… que desde los abismos has venido a… lo que en mi ser nervioso y en mi… forma la chispa sacra de la estatu… Te asomas por mis ojos a la luz de…
El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de As… está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de ro…
En el kiosco bien oliente besé tanto a mi odalisca en los ojos, en la frente, y en la boca y las mejillas, que los besos que la he dado
Mes de rosas. Van mis rimas en ronda, a la vasta selva, a recoger miel y aromas en las flores entreabiertas. Amada, ven. El gran bosque
A las doce de la noche, por las pu… y al fulgor de perla y oro de una… sale en hombros de cuatro ángeles,… San Silvestre. Más hermoso que un rey mago, lleva…
La tortuga de oro camina por la al… y traza por la alfombra un misteri… sobre su carapacho hay grabado un… y círculo enigmático se dibuja en… Esos signos nos dicen al Dios que…