Un día cuando deje de vivir
Desfilare por el bando de los juzgados;
iré desnudo, sin penas.
Ajeno al sentido estúpido de las culpas.
Calmado de angustias;
tan pobre como viví.
Me echarán de malos recuerdos.
De robos, de secuestros apresurados.
Sacaran una deuda no pagada;
un fallecido atropellado por la rabia.
Unas culpas por miedo a la verdad.
La cara hinchada de alguna víctima;
expondrán en una urna.
Y esteré, quizás entre los más viles culpables;
o a lo mejor seré un culpable redentor.
Curado por religiones, por santos, por fe.
Allí estaré, imberbe e irracional;
con un miedo justo.
Como el mortal post-mortem;
despojado del cuerpo impío.
Sabiéndome, materia viva.