delirios
es que la verdad
le debo todo a mis delirios
somos lo que elegimos hacer con lo inevitable
somos el punto medio entre lo que creemos que tenemos que ser y lo que realmente nos nace
somos la dualidad de la dualidad misma
somos el límite hasta donde nos permitimos pensar
delirar
preguntarnos
porque nacemos aprendiendo a tenerle miedo a las preguntas
por qué inventamos la sensación de vacío que nos da no obtener una respuesta
sin comprender
que la irrespuestabilidad de una pregunta es la magia más alcanzable que tenemos
que nos permite crear infinitos
en cada pregunta nueva
abriendo portales delante de nuestros ojos
viajando a otros mundos
respirando otro aire
con solo un signo de interrogación
simplemente yendo con la ola de esta expansión
funcionamos en la trascendencia
en los ciclos
cómo las fases de la luna
que suben y bajas como olas de mar
cómo seres que flotan en el océano cósmico
pero creando a toda costa la ilusión de que podemos controlarlo
cada ola, cada gota, ahogandonos en ellas
muertos de miedo
construyendo ladrillo por ladrillo un escenario para ser las estrellas de nuestra propia obra
pero, amor, quien te enseño que debes protagonizar algo?
quien te enseño que todo debe recaer en vos?
quien te enseño que todo tiene que tener sentido?
dónde aprendiste que es el sentido?
el sentido tiene sentido?
y si preguntar nos abre puertas nuevas
por qué preferimos no preguntarnos?
tenés que ser tu casa
que tal?
dudas al entrar?
me encontraba encerrada en una casa que nunca sentí mía
reflejando la casa interna dónde me confinaba forzada hacia tantos años
dónde me encontraba en posición fetal
escondida en una esquina
dejando las luces prendidas
y la música bien fuerte
cuando me perdí en la inconmensurabilidad de un mar calmo
del silencio del mundo
y me cruce cara a cara con el espejo
mi oscuridad abriéndose paso por mi garganta
retorciendo y hurgando
ahogandome y ahogandonos
en lo que yo hasta el momento llamaba mis amorfismos
mis secretos menos creyentes
mi nudo contracturado
y mis brotes más helados
y ahí fue cuando mil caras me poseyeron
mil voces me apoderaron
mi caparazón se volvió carne y hueso
y mi baja capacidad de aire se volvió un mareo constante
arrancada de la tierra
cómo un astronauta perdido en el frío del espacio
en el eterno inmenso
con la única salvación
de mis delirios místicos
cómo yo los llamaba en modo de chiste a mis amigues
para definir
las preguntas que rozaban el borde de mi aparato psíquico
devolviéndome a la tierra
o encontrando una pizca de ese sentido que tan extraño se me hacía
hacía ya un tiempo
de a poco mis delirios fueron dibujando cielos
dibujando el piso
dibujando pasto
gente
calles
fueron formando días
fueron formando mi voz
mis ojos
mi nariz
y mi cara
fueron creando arte
pintura
herramientas
vida
esa palabra a la que tanto le temía
porque tenía más miedo de tener algo
que de perderlo
porque tenía más miedo de hacer la pregunta
que de no obtener la respuesta
y ahí mi miedo me enseñó
a preguntarme
por qué le tenemos miedo al miedo?
a responderme
porque el miedo es la pregunta
y no podemos controlar la respuesta
y ahí debemos dirigirnos
las almas guiadas por la oscuridad encontrarán la luz
si saben ver la oscuridad como una amiga
ahí fue cuando me abracé
y me confesé:
prefiero ser real que perfecta
prefiero ser rechazada por alguien que ser rechazada por mi
prefiero estar loca que ser normal
porque en este mundo donde los locos son normales y los normales son locos
elijo convivir con la experiencia de aceptar tenerle miedo al miedo
disfrutar mis vacíos, más llenos que nada
perderme para encontrarme
jugar a vivir
y fusionarme con esa nada que tanto me aterraba
hasta que esa nada se vuelve todo
y es que la verdad
le debo todo a mis delirios
porque solo en ellos
me encuentro cuerda
