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Inextinguibles

¡Oh tú que duermes tan hondo
que no despiertas!
 
Milagrosas de vivas,
milagrosas de muertas,
y por muertas y vivas
eternamente abiertas,
 
alguna noche en duelo
yo encuentro tus pupilas
bajo un trapo de sombra
o una blonda de luna.
 
Bebo en ellas la Calma
como en una laguna.
 
Por hondas, por calladas,
por buenas, por tranquilas
un lecho o una tumba
parece cada una.
Preferido o celebrado por...
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