El amor de mi vida…

Donde estará el amor de mi vida?
De esta que ya que se carga en años, en vivencias y experiencias, de soledad compartida…
Pensaba que ya lo tenía, porque lo tuve antes del último y en medio de los dos, otro más…
Lo he perdido y encontrado tres, cinco, diez o cien veces en el mismo sueño, dormido o despierto…
Lo tuve de casi niño, vestido de uniforme, con un sweater  verde, falda azul, de ojos grandes y manos pequeñas,
El más puro, el más inocente, el primero…
Crecí y lo volví a encontrar años después, el del rostro más bello, elegante y soberbio…
El más deseado, el más difícil, el segundo…
De nuevo me fui y nos dejamos, entre el amor y yo no había tregua, no había acuerdos, cada uno siguiendo su camino, perdido entre sombras, dejé de buscarlo, no lo esperaba porque ya lo había hecho tanto…
Pase los treinta años y a la vuelta de esa esquina ahí estaba, de nuevo aguardando…
Lo miré y me miró, tal cual, inocente, deseoso, frágil, sediento y tomó mi mano…
De nuevo lo había encontrado, el de la cadencia perfecta, de belleza divina, el del gran corazón asustado…
El más pasional, el más prometedor  y el menos esperado, el tercero…
De pronto una mañana me descubrí otra vez solitario, el amor de mi vida de nuevo se me había escapado…
Lo vi partir, lo vi huir, lo escuché decir adiós y yo le dije hasta pronto…
La partida no fue abatimiento, ni condena, ni desesperanza, es la llave de vuelta a la esencia, aquella cuando niño…
Hoy duermo tranquilo, porque he entendiendo que fui yo el que lo mantuvo agazapado, escondido y alejado…
El amor de mi vida vendrá en su momento, porque ahora el mío ya lo está aguardando…
Soy más viejo y sí, un poco más sabio, ya no le huyo, ya no le grito, no lo evito, ni lo destruyo…
Vendrá para jamás marcharse de nuevo, vendrá porque así lo tengo concedido…
Ahora, ahora sé que en verdad nunca tuve a mi lado al verdadero amor de mi vida,
Fueron sólo tres ensayos que me prepararon para estar libre, tranquilo y atento…
Hasta entonces…