Cargando...

Nunca mía

Soñé que en las instancias de mi ruego
tu amor me prometiste enamorada,
y al brillo de la luz de tu mirada
para siempre quedé tu esclavo ciego.
 
Al estrecharte entre mis brazos luego
hiciste alarde de la fe jurada,
y con tu boca ardiente y perfumada
me contagiaste tu pasión de fuego.
 
Mas todo era un engaño torturante,
vana ilusión que vio mi fantasía
en ese paraíso de un instante:
 
¡Porque lejos de mí, ceñuda y fría,
llenas de hiel mi corazón amante
siendo de todos, pero nunca mía....!
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Demetrio korsi...



Top