Religión y prejuicios.
Los fieles murmuran, en voces de antaño,
“Dios te forjó Eva”, en el eco extraño.
Mas en mi pecho, un Adán se dibuja,
Con pinceles de luz que la vida refuja.
Religión y prejuicios, como vientos que arrastran,
en mi lienzo interior, colores contrastan.
La diversidad en mi alma relumbra,
luchando con amor, la verdad se encumbra.
Transfóbicos e ignorantes, con insulto a flor de piel,
me dicen “confundido”, sin ver mi interior fiel.
Y algunos, en su odio, desean mi anochecer,
Aunque en su oscura tormenta de prejuicios, mi lucha es un amanecer.
No entiendo la mente de estas personas y su culto,
En medio de mi disforia, un suspiro se disfrazó de tumulto.
Entre el reflejo y el alma, danza la contradicción,
un eco de lucha por encontrar mi propia redención.
Ya no ansío el final de mi vivir,
pues temo que, en piedra, un nombre ajeno han de escribir.
Un eco de quien no fuí, no deseo mantener;
Y en la paleta del tiempo, mi verdad quiero tener.
