#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
¡Del monte cubano vengo, del monte cubano soy! Pinipiní Guásima baría, júcaro amarillo,
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
En la Sierra Maestra, con el paisaje, se alzó su vide noble, creció su sangre. Sembrador, guerrillero,
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
¡Jey, vaya, toro, con el arreo! Los toros toros, sus cuernos cuernos, en el camino
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Los pinares de la Isla por la costa van creciendo: quieren echarse a la mar y volverse marineros. Y las toronjas maduras
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
Camarada del sapo, del río hermana, amiga de la piedra, nieta del agua. Nieta del agua
De la lunita nueva vuela una garza; tiene el cuello nevado, de azul las alas. Volando viene
En el pozo viejo el sapo se baña; la luna, traviesa, se mete en el agua. En el pozo nuevo
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,