#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
Tiene la vaca bermeja un ternerito de nata. Se lo encontró en el corral un jueves por la mañana. Quiso llevarlo a pasear
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
¡Del monte cubano vengo, del monte cubano soy! Pinipiní Guásima baría, júcaro amarillo,
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.
Yo tengo un sombrero alón donde cabe un aguacero, y botas que reconocen los caminos del vaquero. ¡Qué bien te sabré domar,
Sobre el mar hay una barca, sobre la barca un barquero, sobre el barquero
A la gallinita ciega ayer tarde la curé: puse en aguas tres vicarias y los ojos le lavé. Hoy paseó con sus pollitos
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
¡Qué sol enciende el palmar cuando, guardián de su nido, rompe el sinsonte a cantar! ¡Qué cubano amanecer hay en su trino; qué luces
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento