#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla
Palma real, bandera viva en el paisaje clavada, tu nombre lo mece el viento, el viento que llega y pasa. Cuando al ondular susurras
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
¿Has visto a la mariposa danzando sobre el rosal para saludar la rosa...? ¿O los vuelos del zunzún alrededor de las flores
Camarada del sapo, del río hermana, amiga de la piedra, nieta del agua. Nieta del agua
Miniatura marinera, filigrana de madera, ámbar, jade verdemar. Caballito de sal fina, bailarín, aguamarina,
A la gallinita ciega ayer tarde la curé: puse en aguas tres vicarias y los ojos le lavé. Hoy paseó con sus pollitos
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
Volando sobre el Moncada un zunzuncito llegó; lo saludó con su vuelo, volando se despidió. A la sierra fue el zunzún,
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento