#Cubanos #Matanceros #Mujeres #ParaNiños #SigloXX
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Siete relojes, siete semillas, siete pelotas y una sombrilla. Siete burbujas,
Palma real, bandera viva en el paisaje clavada, tu nombre lo mece el viento, el viento que llega y pasa. Cuando al ondular susurras
Camarada del sapo, del río hermana, amiga de la piedra, nieta del agua. Nieta del agua
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
¡Jey, vaya, toro, con el arreo! Los toros toros, sus cuernos cuernos, en el camino
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
Zapatero de mi pueblo: usa clavitos de plata en el par de botas nuevas que quiero para mañana. Han de ser de cuero rojo,
En primavera, nidos y flores. En el verano, lo aguaceros. En el otoño, las hojas secas. Los aguinaldos en el invierno.
Abrigando el arroyo la caña brava, chorros de finas hojas al aire lanza. ¡Qué musicales ramos,
—Venga, venga, salamandra: ¡abra la puerta, saque la gata, busque la escoba, limpie la casa!
Nombres tuyos, nombres míos, que recibimos de ayer como el agua de los ríos y que debes conocer: Bejucos de la Perdiz,
Los pinares de la Isla por la costa van creciendo: quieren echarse a la mar y volverse marineros. Y las toronjas maduras