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A TUMBA ABIERTA

Desnuda, tumbada en la fría lápida
sintiendo la piel erizada
veo la hermosa noche, llegar,
lirios morados decoran la tierra
fuegos fatuos la iluminan.
 
Siento mi alma tan fría
tú no tienes idea de lo que me hiciste
nunca podré perdonarte
tu piel sudada ardiente sobre ella
los gemidos se colaron en mis entrañas
y ahora pides perdón.
 
Aquí en la blanca lápida
miro los ojos de la muerte venir
tan hermosa...
sus labios gruesos tan rojos
la ropa negra ceñida a su cuerpo,
sentí como se arrodillaba
atrapaba mi nuca, me acercaba a su boca
suspiré y el beso se hizo realidad.
 
Fue volver a la vida
a la vida de verdad
no a esa siniestra y loca de la que escapé
las estrellas salieron brillantes, lujosas
iluminando la tumba.
 
Volví a ser besada y besé
vete, me dijo
me quedo con tus malos pensamientos
te dejo libre de ser tú
y esta vez fui yo quien besé a la amada muerte.
 
Te buscaré en la eternidad
no volveré a ser tu muerte
seré tu vida
no volverás a estar sola
sus dedos se enredaron con los míos
mi alma tembló calentándose
sentía la sangre correr
mi corazón latir con fuerza
te esperaré le dije, siempre.

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