Tengo la sensación de estar en un delicado y apasionado sueño, siento como me besa con ternura. Quisiera darte un poco de lo que tú me has entregado, yo te cubriré de la lluvia, me susurras... toda estremecida me aprieto contra ti, lágrimas salen sin pedir permiso es la felicidad cayendo como pequeños riachuelos por mi tez.

Besos recorren mi cara, tus labios se lanzan hacia los míos, con intensidad, con amor, con ganas, tus manos suavemente delinean mi cintura, mis caderas, me muevo impaciente, miro esos ojos que me hacen delirar y nos perdemos dentro del placer, en un vaivén suave, perfecto, te amo, repites una y otra vez, la alegría envuelve mi corazón, te amo gimo en tu boca.

Soy la mujer más afortunada por tenerte en mi vida, tú eres mi destinado, siempre lo fuiste. Esta noche es perfecta para los dos, un rayo de luna cae sobre ti, iluminando tu hermosa cara, eres bello mi hombre.

Se estremecen los hilos de mi alma al unirlos con aguja de plata a la tuya, nuestra piel siente la brutal desesperación del deseo más carnal, ahora las llamas suben al cielo iluminando el horizonte, mi hombre, hazme tuya, te deseo tanto, las lenguas se encuentran tan solo un momento, contorsión de nubes, vaivenes de brisa y ese tronco perfecto hace que brille toda entera en una explosión de pirotecnia, el placer nos recorre como una rayo en nuestro cuerpo, los te amos se mezclan con los suspiros y gemidos en la noche.

Mañana de café fuerte en la cama, me miras pícaro, ¿te tapas? Me ruborizo, tomo un sorbo de café y no sé aún como, la sábana revoloteó por la habitación.

Amanecida de lunes, no sé por qué adoro este día, siempre he amado los lunes.