POESÍA JAPONESA
Sudor y lágrimas en las minas rojizas. Color de estío. Mirando al Teide sueños de amor azul.
Que yo no me voy que soy el suspiro del aire que pa… que soy tu memoria, tu alma, que respiro tu olor en la distanci… que soy amor
Ecos de amor se oyen en la distancia gimiendo versos. Se oyen arpegios de aquel antiguo piano,
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,
¡Ay mi Andalucía! ¿Que te han hecho mi tierra sangrante y herida? Abandonada, sin rumbo como un barco varado.
PARÍS Notre Dame, París, ciudad de la l… donde me besaste por primera vez, mis ojos quedaron clavados en los… bucee en tu mirada, vi el amor
Qué azul el cielo Campo de margaritas atardeciendo. Pico nevado árbol de flor de fuji
Quiero ser tu sumisa quiero ser tu chica mala quiero darte mi vida azótame con fuerza deja tu huella en mí.
Gotitas de agua el martín se sacude. Ha pescado hoy. En el crepúsculo el tigre observa humanos.
No creas que me tienes como la primavera las flores, que soy como aquel pájaro que echó a volar. Qué la vida me ha enseñado
Miro a los pescadores sacan el pescado de las barcazas la aurora camina por el cielo el aroma a salitre, sal y pescado me hace sentir feliz.
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
Hay pecados que son una delicia tan exquisita que no hay confesiones ni sacerdotes que puedan perdonar. Una vela roja recorre mi pecho
Eres yerma, eres un campo vacío, eres hueca, como esos árboles de ramas caídas, retorcidas,
La niña andaba entre la nieve con un vestido rosa, destacaba en aquella blancura, un hombre que estaba en el bosque intentando cazar al oso que mataba sus ovejas, la vio y le pregunto: ...