POESÍA JAPONESA
De mil colores en el cabello negro, son sus adornos. Su tez blanca embellece con polvo arroz,
Me dijiste que siempre estarías, ese siempre no llegó al año en que te fuiste sin decir nada, aún miro la ventana y mis ojos revientan de lágrimas.
Qué sabrás tú niño de la emoción de alzar el puño de la sensación de unidad del corazón latiendo a toda veloci… ¿qué sabrás tú niño de la lucha?
Sueña la vida con tener nubes rosas lluvia de corazones. Sabor a sangre tiene en los labios rojos
Tenemos un contrato con una sola cláusula: “siempre juntos”. Me pregunto sí lo cumpliremos en estos
Una vez en la playa del fin del mu… El aroma del mar miente cuando env… El mar nunca podrá borrar las marc…
Me desperté al despuntar la aurora, con el olor a soledad. Me encontré con mi pasado, me ha venido de golpe
En noche oscura, entre tierra y el agua, Salta la rana. En el panel se afanan las abejas.
Puesta de sol entre ramajes rojos. Dorado lago. El cielo añil cubre el árbol de otoño.
Soy la tinta indeleble de un sensu… bajo la carne y la piel de mí cuer… se convirtió en llama ardiente...… Es ligera caricia, el óleo en mi piel escrito con tu sangre,
MI virtud dolor oscuro, mi cuerpo tú has horadado, dicen que estás ya casado, de azahar roto, me muero. Penas de amor he ganado,
Mis pies con diamantes brillan como las estrellas de noch… tu lengua pérfida lame, mis dedos tu mirada fija en la mía azul y miel estremecidos de placer…
Encontré un lugar, donde te puedo amar, un sitio mágico, un lago tan romántico, que el amor puede manar,
Al alba fresca besando las cerezas jugosa sangre.
Cuando llegue la noche, y el silencio te rodee, no te de miedo las sombras, que se reflejen en tu dormitorio.