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EL PUENTE DE LOS CANDADOS

Volví de nuevo
con silentes gotas de lágrimas
un destello hirió mis ojos
disparos de luz que me cegaron,
Selene me miró en la oscuridad.
 
La negra soledad
se volvió mi compañera inseparable,
me masturba la mente
la inquieta, la remueve.
 
Hazme el amor en mi solitaria cama
levanta mis brazos y quítame la camisa,
volví por tocar el sonido de tu cuerpo,
déjame que te sienta dentro de mí.
 
Sentí pasar el metro
oí los sonidos silentes del comedor,
sonó un acorde a lo lejos,
alguien tocaba el saxo
por un segundo me sentí renacer.
 
Volví de nuevo
ya ves, creí que estarías
con los abrazos abiertos esperándome
después de lo que pasó entre nosotros,
pensé que aún había esperanza.
 
Mi mente va a explotar
solo soy una persona
que de pronto dejó de confiar,
que el corazón se le desgarró
por tantas mentiras, pero aun así
volví con la esperanza del perdón.
 
Dicen que el que es de una condición
va con ella hasta la sepultura
y así estás tú muerto en una mala vida.
 
Adiós, adiós, quiero besar hasta doler
con las piernas abiertas y la mente cerrada
esta noche voy a gritar un Aleluya por mí
y ese placer que me quitaste.
 
¿Dónde iré? Ahora que la soledad me soltó
quizás coja el camino que me lleve
al puente de los candados a quitar el mío.
 
Quizás bajo la luz de una farola
me den el beso de mi vida y sonría
pensando en el pasado que ya dejé
muerto y enterrado.

Preferido o celebrado por...
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