ELLAS
Sueño que vienes hacía mí
sin miedo y sin mentir;
que te tendré entre mis brazos
tus pechos junto los míos los notaré latir.
Ay, amor, amor
deseo tus manos en mi cintura
la tuya es tan pequeña
que me lleva a fantasías de colores.
Tu piel de ébano, tus pechos brillando
hace que mi piel blanca se erice
que mis pezones se levanten y griten;
te quiero a ti.
Tu gruta, mi gruta
derramando el agua entre nuestros muslos,
dos mujeres amándose en la roca de la esperanza,
aroma a sándalo de tu pelo
me acariciaba los labios,
que entre los tuyos suaves, estaban.
Aroma a mar, a sal y brea
entre nosotras se esparcen,
mi lengua hambrienta
se los bebió bajo el lucero
eras vampiro en mi vagina.
Y en este juego de mariposas
las dos nos libamos el elixir
más puro.
Préféré par...
