Dori Gíomez
(2015)
Creo que te vi intentarlo entre el sueño y la vigilia salir de aquel abismo, tus manos se aferraban con fuerza, al resquicio de luz.
¡Bendito seas! Contigo no hay miedo, hasta dormido me envías cartas de amor, ¿cuándo la escribiste?
En mi pecho una rosa carmesí me recuerda el amor que me tuviste en aquel otoño de 1940. Cierro los ojos me recreo en aquellos besos
Eres yerma, eres un campo vacío, eres hueca, como esos árboles de ramas caídas, retorcidas,
Pensó con las piernas sobre la mes… Juego, la prostitución y la venta… D. Lombardo, un hombre alto, con… tenía fama de “dedo” fácil. Su hermano asesinado por un mafios…
Me fui sin avisar, en mis bolsillos llevo: palabras destruidas, un reloj parado a las diez, un móvil vacío y dos silencios,
Tus labios entreabiertos susurran: te am... yo, con un beso interrump… la oración. Muerdo tus labios suavemente, mi lengua se reconoce con la tuya
Estación Con qué alegría se viste de colores la bella primavera. Las margaritas
Ya está aquí el hermoso otoño el suelo se convirtió en una enorme alfombra de hojas rojas, naranjas, amarillas sentí como crujían bajo mis pies.
El quebranto que en mí causas no tiene solución siempre haces daño a quien amas tengo una sensación agridulce de la que no sé como salir,
Hubiera dado la vida por salvar la tuya, todos estos años perdidos, tanto dolor, tanta soledad. ¿Para qué? Las entrañas
En noche oscura, entre tierra y el agua, Salta la rana. En el panel se afanan las abejas.
Te tomo a sorbos me trago de tus labios sangre de vida que corre por mis venas como caballo
Tiré la luna derribé aquella noche, apagué las estrellas. Aparqué instintos, sacudí aquel temor
La niña andaba entre la nieve con un vestido rosa, destacaba en aquella blancura, un hombre que estaba en el bosque intentando cazar al oso que mataba sus ovejas, la vio y le pregunto: ...