Poesía japonesa
Con el alma en vilo al verte por la carretera mi corazón cosido con hilo para que no se salga y muera,
Eres la aguja en la que ensarto el hilo, haciendo pespuntes en tu espalda. Bordo con color rojo tus muslos calientes por el sol
La sombreada calle, apenas transitada, me llevaba al final del pueblo. Me encantaba ver las flores que brotaban en primavera como por arte de magia. La hierba cubría el campo, salpicada...
Mi cabeza echada hacia atrás, la melena rubia rozando el suelo y él besándome mientras su navaja recorría con la punta la piel del… bajando lentamente hasta mi clavíc…
yo sola pequé ¿por qué todo lo que deseo es pecado? Deseo aparecer siendo otra, pero sin dejar de ser yo las autopistas, la sequía, la religión, la distancia, la fiebre, la impotencia, ...
Bella pagoda ramas llenas de flores Japón hermoso. Bosque de ramas en estanque de nieve
Ella tenía un hablar sedoso, que acariciaba, una mirada verde, suave como el terciopelo. Sus manos tienen gráciles
Siempre te amaré siempre contigo estaré en la vida como en la muerte allí contigo quedaré Siempre nunca lo olvides
Bajo el cerezo disfrutan del hanami. Brota la vida. En ese prado vuelan a ras de suelo.
Me tomé mi dulce tiempo provocándo… mordiendo su cuello apretando su trasero arrasando sus labios sentía sus gemidos
En la dulce cafetería te vi tomando un café eres tan preciosa tu pelo de miel me has enamorado, nene.
Bajo el cielo de Granada vuela una vieja melodía hablando de amor, una guitarra suena en la tarde soleada.
Tengo el presentimiento de que empieza el momento entre tú y yo. Lava recorriendo mi cuerpo mis manos recorriéndolo
Los dementes sonríen a la luna dicen que tienen algo especial en la mirada, como la mía cuando te mira. Todo sueño tiene su realidad
Quiero ser tu sumisa quiero ser tu chica mala quiero darte mi vida azótame con fuerza deja tu huella en mí.