CHÖKA
MI HOMBRE Mi hombre, me mira con ojos de deseo, él contempla mi boca, sonríe provocativo,
Flor carmesí regálame tu aroma la mece el aire ¡Ay! frágil amapola pétalos vuelan
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
No me quise rendir calles de noche en Granada viento mortal que azota mi cara; pero seguí andando por ti, no, no, me quise rendir,
Mis labios trémulos comulgan en tu boca carne y deseo el fuego de mi sangre cerezas de tu vértigo.
Hay miradas que serenas esconden grandes secretos de amores que ya están muertos revelan dolor y penas. Hay miradas de tristezas
Larga la noche las libélulas danzan campos susurran Bosque frondoso cascada cristalina
A aroma de eucalipto me huele tu cuerpo por la mañana. Enciendes mi alma, como hoguera en llamas.
Suena un violín en la noche iluminando la sombría calle, dando vida a los insomnes, melodía que se cuela en la tristeza, la aparta,
El velo blanco cubre la cara pálida, de ojos zafiros. En su mirar aletea el silencio,
Desprendo calor como el verano en Granada mi cuerpo arde solo con mirarte. Tengo un cuchillo de chocolate entre mis pechos
Tengo la intuición de que el cielo no es para los dos tengo sueños y en ellos no estás, mis besos no son pa ti nunca contigo me comprometí,
Camino por la ciudad, el calor del verano me esta sofocando, necesito aíre, me lo estás quitando.
Caminando por Gran Vía en Granada, de pronto te vi, mi cuerpo se estremeció, mis ojos cambiaron de color, al rojo pasión, vi sangre en el agua, ¿cómo puedo amarte así, después de lo que...
La oscura noche hace que ulule el búho. ¡Que otoño cálido! En la maleza se esconde el zorro rojo.