POESÍA JAPONESA
Alboradas de piernas enredadas, en sábanas húmedas sábanas gastadas, con promesas y deseos de te quieros y frenesí.
Flor carmesí regálame tu aroma la mece el aire ¡Ay! frágil amapola pétalos vuelan
Me miras vida tús ojos tan brillantes pasión del alma las yemas de tus dedos en manos firmes
He cometido tantos errores me he equivocado tanto he pagado deudas que no son mías he sentido la sangre correr hundid… Sexo nocturno
Tus labios entreabiertos susurran: te am... yo, con un beso interrump… la oración. Muerdo tus labios suavemente, mi lengua se reconoce con la tuya
Hilo MI corazón al tuyo con hilos de plata mi piel a tu piel con hilos de pasión deseo y delirio
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
Cierro los ojos no quiero verte marchar, huelo tu aroma a esa colonia que un día te regalé, me trae recuerdos hermosos,
Me vestí con tu cuerpo me envolví con tus brazos, respiré cada
Los desposeídos aquellos que el alma la tienen embargada. Los desarrapados los conoce usted señor banquero
Ya me olvide de olvidarte, mi tren pasó una vez, quizás haya una parada secundaria… el fallo fue que siempre en nuestra relación éramos tres
Deja que flote una sonrisa entre la noche y el sueño. Qué de día no puedo, que se ven las penas como manchas; colgando de la blusa carmesí.
Mi corazón se conmovió al sentirse solo por fin, cicatrices de sufrimiento lo recorrían, la sangre echa rumor le susurraba con la cadencia
Tengo el presentimiento de que empieza el momento entre tú y yo. Lava recorriendo mi cuerpo mis manos recorriéndolo
Enredada en tus brazos, mi lengua recorriendo tu piel. Nuestros cuerpos desnudos los ilumina la luna.