POESÍA JAPONESA
Oyó ruidos y se sobresaltó, quito voz a la televisión y puso más atención, volvió a oír ruidos, salto del sofá y fue hacía la puerta, comprobó que estaba bien cerrada, se asomó con cuid...
Era la hora de la siesta, la calle estaba desierta, hacia un calor de mil demonios, el pueblo de casas bajas con pequeños y bien cuidados jardines delanteros estaba en silencio. Casas c...
¡Cuánto te echo de menos! Dime una palabra que entienda que también me piensas, adoro esos labios rojos me vuelvo loca cuando los miro.
Me late fuerte el pulso al contemplarte desnudo mi corazón está disparado solo con tocar tu boca ardo de amor y deseo.
A piel descubierta me lanzo al vacío de tus brazos, besando el aroma bendito de tu boca. Acariciando tu piel
Lloré escuchando aquella hermosa música, salia del alma. Ando descalza sobre asfalto de musgo,
Alboradas de piernas enredadas, en sábanas húmedas sábanas gastadas, con promesas y deseos de te quieros y frenesí.
Se desgarra el lenguaje se rompe de tanto dolor escrito en versos sueltos donde amantes escriben: TQ. Las palabras gritan
Encontré un lugar, donde te puedo amar, un sitio mágico, un lago tan romántico, que el amor puede manar,
Mariposas en mis ojos de solo imaginarte entrar por la puerta desnudarte con furia amarte, sentirte, morderte
Cálida y serena alumbra mi vida tu mirada con un beso en tu mano suspiras emocionada. Eres mujer enamorada
El jardín níveo pétalos de jazmín blanquean su pelo trenzas de flores albas ciñen su bella cara.
En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, ¡Mirándola! La luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,
Hay noticias que te dejan noqueada, de pronto tu vida se da la vuelta, y el miedo se instala
MI virtud dolor oscuro, mi cuerpo tú has horadado, dicen que estás ya casado, de azahar roto, me muero. Penas de amor he ganado,