Poesía japonesa
He tirado por la calle de en medio y me voy de la ciudad he cogido el tren y dos botellas d… para beberme el camino a toda velo… Si quieres venir conmigo, dímelo
Que difícil es dejarte pero las llamas se consumieron no quedaron rescoldos donde soplar y avivar el fuego, cuanto me cuesta irme
Si solo lo viera en tus ojos aquel tiempo en el que besabas mis pestañas, en el que bendecías mis entrañas.
Te regalo la vida, te doy una sonrisa de esas de para siempre. Te regalo todas las oportunidades, te doy un beso en la frente.
Sentí tu mano acariciar mi cuerpo. ¡Solo fue un sueño! Sonando el piano en el otoño triste,
De mil colores en el cabello negro, son sus adornos. Su tez blanca embellece con polvo arroz,
La negrura me envolvió como una capa, la vida solo fue sombra. Mi cabeza está perdida en un almanaque donde
Hay pecados que son una delicia tan exquisita que no hay confesiones ni sacerdotes que puedan perdonar. Una vela roja recorre mi pecho
Te quiero tanto, bien lo sabe Dio… Desde el momento que vi las estrel… que me dispararon una flecha direc… Sí, es que no sé que haría si tú m… eres la reina de mi vida, la que p…
AMOR EN LA PLAYA Noche de estrellas latió mi corazón al compás de las olas. Ardió en la orilla
BESOS DE COLORES Entre las nubes estás tu amor mirándome, me pintas corazones. Un arcoíris
Las cebras pastan en el atardecer. Estío en África. Sacando el agua la mujer africana.
Te fuiste sin mirar atrás te dio igual romperme el corazón siempre creí que éramos felices pero fingías. Ahora miro mis cicatrices
MI HOMBRE Mi hombre, me mira con ojos de deseo, él contempla mi boca, sonríe provocativo,
En aquel campo miro la margarita de blancos pétalos. Flores de primavera adivinas de amores.