Poesía japonesa
No hay ya suspiros, se los llevó la tierra, lágrimas van: al río del silencio, donde fluya la muerte.
MI piel está bailando con tu voz en la penumbra son de tu corazón ritmo de tu alma
La rosa carmesí de quien extraigo mi dolor, en la belleza de sus pétalos. Ungiré mis labios, con el rocío de la mañana,
Colores claros hojas con mariposas letras que cuentan
En aquel garito te vi estabas con una chica se te veía tan feliz... Me pregunto por qué no hui, pedí un vodka y me senté
Camino por la calle, como una loca voy detrás de ti. Acompaso mis andares, y mis dedos se estiran,
Suavidad vida center bambú manantial agua refresca el día
Y quiero irme de esta casa que me oprime que me encoge el pecho el estómago revuelto, en este espacio
Eres mi afrodisiaco el “si” de mi margarita mi sonrisa vertical el deseo hecho carne. Tu piel suave
Danza la brisa sobre las flores rojas mar de la vida. Flores silvestres ramilletes de tul
Estación Con qué alegría se viste de colores la bella primavera. Las margaritas
Hay días que siento que no valgo para nada, noto la inutilidad corriendo en vena. Agua sale de mis ojos,
Y lloran sangre los salones del rey muerte inocente cuerpo de la princesa en la cama sin vida
¿Quieres que te diga la verdad? solo eres un mojigato lleno de mie… eres un hombre asustado que solo vive en la oscuridad. Ya huele mal la situación
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales