Hubo un día en que tuviste
tantos amantes que no
recordabas sus nombres,
tiempo de miel, vino y canela.
Hoy vacía, la noche te llama
pero has cambiado,
ahora quieres un amor,
alguien que te susurre: te amo.
Ahora es tiempo de soledad
de paseos por el puerto,
tiempo de melancolía,
de piel ajada y ojos apagados.
La noche sin luna te abraza.