Me pienso amarrada a tu piel desnuda,
tu piel ungida en miel y ungüento de manzanas...
y sé que volaría contigo al ras de tus aguas turbulentas
al tacto... solo al tacto.
Aquí, desde esta existencia donde habito
para poner en tu cuerpo de lluvia
el aroma de mis fragancias predilectas;
vainilla, almizcle o menta.
entonces, nos elevaremos a la verdad secreta
hasta el cenit...
con su humedad sonora,
para alcanzar la muerte dulce.
Doris Melo.